Los cinco artistas que componen el grupo "Eclipse Solar" disfrazados y maquillados con pintura blanca

Miembros de "Eclipse Solar" (Fuente: Ismael Chaquinga)

«Eclipse Solar», el teatro de la calle

Gracias a las nuevas tecnologías el recorrido se hace mas corto hasta Ecuador, esto nos ha permitido contar con la colaboración de Ismael Chaquinga. Este artista quiteño pertenece al grupo de artes escénicas “Eclipse Solar”, que se dedica a sacar una sonrisa a las personas en las calles y teatros.

Ecuador destaca por su cultura tradicional, donde el arte y el disfrute se saborea en las calles, de mano de artistas como Ismael. Sin embargo, la situación global de pandemia recrudece más un sector que vive de las calles, y donde el calor de la gente y las aglomeraciones sonrientes son el mejor reconocimiento de los artistas. Una situación incierta ante la que, sin duda, Ismael tendrá mucho que explicarnos.

Los dos artistas que crearos el grupo "Eclipse Solar", Marcelo Báez a la izquierda y Miguel Chaquinga a la derecha, pintados la cara de color blanco y apoyados en la puerta principal de su taller
Fundadores de «Eclipse Solar» (Fuente: Ismael Chaquinga)

P. ¿Qué hay detrás del grupo “Eclipse Solar”?

R. El grupo nace el 14 de julio de 1983 en la ciudad de Quito en la Plaza del Teatro. Es una unión de artistas y amigos que empezamos a crear situaciones de la vida cotidiana, del amor o del trabajo, combinándolo siempre con la risa y el humor.

Al principio, el grupo fue creado por mi compañero Marcelo Báez y quien te habla, Ismael Chaquinga. A partir de este momento al grupo se han ido uniendo y saliendo diferentes personajes, sobre todo gente joven. Muchos de los que se marchaban, acababan formando su propio grupo.

En la actualidad, el elenco está formado por Sonia Flores, Washington Macero y Pedro Castañera, además de Marcelo Báez y yo.

 

 P. Dentro de esta variedad de integrantes ¿Qué misión común tiene “Eclipse Solar”?

 R. La labor que realizamos es muy variada, por un parte trabajamos en la Plaza pero también trabajamos para particulares. En este último caso, dependemos del servicio que quieran contratar. Aunque realmente, nuestro plato fuerte es el Teatro de calle, muy típico en Ecuador. 

Hemos realizado obras en los grandes teatros de Ecuador. También hemos participado en diferentes óperas, como «Elipses del amor» o «La bohemia». Hacemos pequeñas actuaciones en días especiales, por ejemplo, en carnaval, fiestas patronales o “el pase del niño” que es una fiesta católica típica de Ecuador. La obra mas reciente, la realizamos en «Viernes Cultural» por el patronato San José, representamos la obra ‘Cuentos y misceláneas’

 P. Como nos comentas, el teatro de calle en Ecuador es muy común, pero ¿Qué diferencia vuestra asociación de otras propuestas?

R. La diferencia es que en «Eclipse Solar» no utilizamos la broma fácil, como por ejemplo, utilizar malas expresiones para que la gente se ría, sobre todo porque creemos en que la educación es muy importante y hay que tener en cuenta la cantidad de niños entre el público. Por ello, no podemos potenciar malas palabras. Aquí, en Ecuador, el teatro de la calle se ha ganado mala fama por estas situaciones y nuestro objetivo como grupo es reivindicar que nuestro trabajo, aparte de cultural, también es educativo. La participación del público es muy importante, creamos muchos escenas con el fin de que los niños sean un personaje más. Una obra relevante es «La Coshca” una representación del cuartel.

Nuestro trabajo se caracteriza por la improvisación en escena, igualmente tenemos obras estipuladas en la que cada uno de los integrantes cumplen un papel. Son obras originales. La mayoría de estas obras, las escribe mi compañero Marcelo Báez, pero entre todo el grupo vamos modificando el guion. 

P. Antes de que todo cambiase por la presencia del COVID, ¿Cómo era un día a día de eclipse solar?

R. Antes, «Eclipse Solar» tenía una rutina muy clara, digo tenía, porque con la pandemia esto ha cambiado mucho. Íbamos a la plaza del teatro, donde nació el grupo, como te he comentado antes. Empezábamos a las once de la mañana hasta las dos de la tarde. Hacíamos un receso de una hora y media para comer, y volvíamos a la escena a las tres y media a cinco de la tarde. En festivos, aprovechamos que hay mayor público y nos quedamos hasta las nueve de la noche.

P. La situación actual de pandemia es complicada para todos los ámbitos, ¿Cómo ha cambiado vuestro trabajo desde entonces?

R. Es una pena realmente esta situación que estamos viviendo, tanto aquí como en el resto del mundo. A nivel profesional, todo ha cambiado. Las actuaciones que hacíamos para particulares ahora son muy pocas y las realizamos por la plataforma Zoom. No se produce de la misma manera, claramente, pues dependemos más bien de que haya una conexión estable para llegar al público.

Pero la verdadera tristeza está en las actuaciones del teatro de calle. Cada día recibimos muchos comentarios en las redes sociales, de que nos extrañan y preguntando cuándo volvemos a interpretar como hacíamos antes. Sólo hemos realizado dos actuaciones en este año de pandemia. Seguimos el protocolo de seguridad, distanciamiento, mascarillas, uso de gel, pero no es lo mismo.

Hay miedo, tanto por el público como por nosotros mismo y claro, en un escenario donde el público es esencial, es difícil que se dé esta situación. Antes era muy común ver artistas en la calle, recitando poemas, cantando, bailando o actuando, tras la pandemia la situación no es la misma. Calles vacías, sin esas risas que tanto caracterizan a nuestro Ecuador. 

 P. Ante esta compleja situación ¿Cuál es el papel que ha tomado el gobierno para apoyaros?

 R. Lastimosamente acá en el Ecuador, no hay entidad pública que pague este tipo de evento, nosotros somos independientes. No es por comparar con otras políticas de otros países, pero, por ejemplo, en Rumania, donde está un compañero desempeñando la mismo labor, el gobierno paga la mitad del sueldo para que realicen el show callejero, la otra mitad del sueldo es las recaudaciones por parte del espectador. En Ecuador, la situación es muy distinta, sin tener en cuenta la pandemia, no recibimos ningún tipo de ayuda. 

Es una pena que el gobierno reduzca todas las actividades culturales a un 30% ya sea cine, teatro o musicales, pero en cambio, cuando se reúnen para hacer los mítines políticos, ahí no se respeta nada de eso. El papel de la prensa está muy mal llevado, sobre todo en la gestión cultural. Podría ser una herramienta para potenciar la cultura en este país, pero con este caso queda claro su papel.

 P. Respecto al futuro, ¿Qué nuevos proyectos están por llegar? 

 R. Viviendo ya un año en esta pandemia, hemos decidido optar por darnos más a conocer por las redes sociales. Son una herramienta muy útil, no queremos perder la idea de seguir creando obras. Nuestro futuro proyecto es volver a recrear las obras que hemos representado en la calle y subirlas a las redes para que nos puedan seguir viendo, y de esta manera compartir momentos con nuestro público de siempre, aunque en este punto, nos gustaría llegar a más gente de diferentes países. Ya estamos trabajando en pequeños videos en YouTube y Facebook, que están gustando a la gente.

Lo primordial, es que el teatro de la calle no se pierda, y si eso implica que tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos, lo haremos, siempre y cuando se pueda volver lo antes posible a nuestras calles en busca de las risas.

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